La lluvia caía en un chirimiri lento.
Una gotita de agua en tus labios se posó,
con tu lengua recogiste aquella partícula
que el viento te regaló.
¡Pero no era una gotita de agua!
Era el beso de tu amor
y así como ella te lo mandaba
lo guardaste en tu corazón.
Mª Carmen Díaz Maestre
No hay comentarios:
Publicar un comentario