Anoche antes de irme a dormir pasé por Facebook, hubo algo que me arrancó una sonrisa a pesar de que ya estaba muerta de sueño; una fotografía, una fotografía que iría como anillo al dedo para ilustrar mi relato de La trilla, pero es que tendría que pedir permiso al dueño y no se si me lo concederá. Yo no dispongo de ninguna fotografía asi, ¡ya me hubiera gustado tenerla! pero en aquella época hacer fotos no era tan fácil como ahora, antes en las casas no se tenían cámaras, sólamente el fotógrafo profesional nos hacía las fotos cuando iba al pueblo en alguna fiesta; así pues mi fotografía es mi mente, pero como me gusta escribir y escribo, también me gusta dejar algún documento que ilustre el relato. Yo escribo para mi y para quien quiera leer lo que escribo, pero sobretodo pienso en mis hijas y en si algún día tienen descendientes que sepan como vivi y cómo vivíamos la gente de aquella época, como nos divertíamos y lo poquito que teníamos, sinembago también fuimos felices a nuestra manera, porque hay que sacar lo bueno de la vida y no nos podemos dejar vencer por las circunstancias, hay que seguir riendo, jugando, cantando y contando historias, hay que imaginar, que ilusionarse y que luchar por vivir o sobrevivir.
Mª Carmen Díaz Maestre.
30/5/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario