SU
AVENTURA UN MARTES
Empezó su
aventura un martes; aquella mañana
dormía plácidamente pero se despertó sudorosa y a la vez, temblando como una
hoja movida por el viento y se cubrió la cabeza con la ropa de la cama. Escuchaba
voces y pasos de alguien desconocido, y por miedo a que sus miradas se
cruzaran y descubrir que todo era realidad
no quería a destaparse, pero por curiosidad se atrevió a mirar
levantando un poquito la ropa. Allí vio a dos personas, eran dos hombrecillos de ojos negros, nariz
puntiaguda y labios finos, uno de ellos llevaba perilla, cubrían su cabeza con
un diminuto sombrero por el que se dejaba ver unos finos cabellos grises. el de
la perilla, llevaba una barita con la
que iba tocando todos los artículos que se encontraban en la mesita de noche, Lámpara,
fotos y hasta el libro EMPEZÓ que ella había estado leyendo la noche anterior, después de tocar cada cosa decía unas
palabras, como un rezo. El otro llevaba una bayeta verde con un ribete dorado con la que iba limpiando todo lo que había
sido tocado con la barita, el primero, preguntó por el armario, el segundo
respondió que lo tenía a su espalda, se giro,
puso la barita sobre una de las puertas y estas empezaron a abrirse y
cerrarse a un ritmo vertiginoso, el hombre cogió la llave y con un tono de
sorpresa pronunció unas palabras en un
extraño idioma y exclamó: ¡Aquí, Aquí está!
Ella
asustada asomó la cabeza y preguntó:
¿Que es lo que hay ahí?
Los hombres
como perseguidos por el mismisimo diablo, respondieron:
¡El mal!
¡El mal está ahí!
Y allí
empezó su aventura, la investigación sobre qué mal habitaba en su armario.
Mª Carmen
Díaz Maestre
Martes-24-3-20
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