Yo
pensaba…
Que
aquella figura era de diamante…
Fuerte, pura, limpia, dura y brillante
Que
todos admiraban
Porque
parecía admirable…
Pero
resultó ser de un frágil cristal;
Pasó
desapercibida para toda la humanidad.
Pero
en un momento de angustia y tormento
Se
evaporó en un fuego que no era de amor.
¡Polvo!
…¡solo en polvo se convirtió aquella figura!
Y
ahora…ya no se puede reconstruir,
Porque…
como al polvo, el viento se la llevó.
Me
apena saber que ya no existe,
Que
solo queda el recuerdo y el dolor.
Mª
Carmen Díaz Maestre.
26/12/2013