Paseaba por la
acera,
calle arriba,
calle abajo
y siempre me
encontraba
con el mismo
escarabajo.
Negro zaino
era,
solo sobresalía su
cuello blanco.
Cabizbajo y
silencioso
las cuentas de un
rosario
va pasando entre
sus dedos
largos y enguantados;
Por su rostro,
unas lágrimas
van resbalando
y entre rezos y
lágrimas
va suplicando.
-¡Señor, libérame
de este yugo
que me está
matando!.
-¿Por quién rezará
el negro
escarabajo?
Dicen las malas
lenguas
que está enamorado
que reza para
expiar su culpa,
que vive en pecado.
y cumple penitencia
rezando.
Calle arriba
calle abajo.
-¿Y de quien se
enamoró?
-De una dama de
palacio
que encerrada en
una torre
por su malvado
padrastro,
vive sus penas y
tormentos
entre llantos y suspirando
por los favores del
triste
y negro escarabajo.
Mª Carmen Díaz
Maestre
22/11/2013
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