Tarde lluviosa;
escucho el repiqueteo de la lluvia en los cristales de mi ventana
y el ruido que produce el ordenado.
Estoy bien, tranquila pero no sosegada.
Entro de un programa a otro y
siento que no está lo que desearía encontrar,
siento que la tarde es extraña, y me pregunto:
¿Cómo es posible que ya me haya podido acostubrar
a unos momentos de charla, charla, no más.
y no estará hoy, ni mañana, se fue...
aunque volverá. ¿Volverá?
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Mª Carmen Díaz Maestre.
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