martes, 1 de noviembre de 2011

LA MAGIA DEL MOMENTO

Desde mi ventana, en soledad, una soledad que es paz, miro como cae la lluvia, miro el cielo cubierto y el silencio solamente es roto por el golpeteo en el suelo y el repique en los cristales de las gotas de agua.Tengo que hacer muchas cosas, pero temo que este momento mágico entre el silencio y yo se rompa al compartir otros sonidos. ¡Aspiro! quiero llenar todo mi ser de esta calma. Ahora ruidos de persianas y de cisternas me llegan de otros hogares, me distraen pero no rompen mi paz, son totalmente ajenos, en breve ya ni siquiera los oiré aunque sigan produciéndose.¡Necesitaba tanto de estos momentos! Cierro los ojos, quizás cierro los ojos al mundo porque no me gustan muchas cosas de las que veo y prefiero vivir este instante único, hacer una escala de entre todos los momentos del día y lleno mi corazón de esta paz para más tarde cuando vuelva a abrir los ojos, sea capaz de digerir lo que toque; y lo que tocará será vivir la realidad, el día a día con sus ruidos, sus agonías sus músicas sus noticias…(Que no son muy halagüeñas, pero poniendo la máxima atención y con la esperanza de que se cuelen algunas buenas). Y ahora, ya ves, sin querer he abierto los ojos, voló ese soplo único y esa magia que hace apenas unos segundos existía…Se fue, se fue aunque el silencio es el mismo, pero mi cerebro se ha conectado con otro programa y lo demás quedó atrás. Así pues, dejo de escribir para hacer mis tareas del hogar.

Mª Carmen Díaz Maestre.

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