Soñé que dormía sobre un lecho de rosas,
Que tú velabas mis dulces sueños.
Que apartabas las espinas hacia los lados,
Para que no se me clavaran dentro
Ni de mi corazón ni de mi cuerpo.
Eran rosas rojas con pétalos aterciopelados
Sus tallos y sus hojas de un verde intenso.
La luna en el cielo, nos miraba y sonreía…
Desperté, cuando sentí en mis labios,
El roce de tus labios y el sabor de tus besos.
M. Carmen
16-6-2008
miércoles, 30 de julio de 2008
EL RELOJ
RELATO
¿Qué edad tenia? ¿Treinta años? ¿Cuarenta? ¿Cincuenta? O ¿Tal vez sesenta? ¡Que más daba! Solo sabía que se había enamorado y había enamorado, otras veces también lo había estado, otras veces también había enamorado, pero ahora… ahora era diferente. Sentía el amor como nunca antes lo había sentido, era único, era especial. Sentía aquello que siempre deseó sentir, amar y que le amaran de la misma manera, con las mismas fuerzas, en cuerpo y alma, con amor maduro pero fresco, amor desinteresado, en el que daba y recibía aún mas de lo que daba, del que aprendía y al que enseñaba, ese amor por el darías todo sin que te pidan nada.
Se sentían como dos adolescentes, cuando se encontraban, hablaban y hablaban, y se miraban y se querían y soñaban. Las horas pasaban demasiado deprisa, hubieran querido parar el reloj y seguir soñando, viviendo y amando por el resto del tiempo que les quedara de vida, pero no era posible, el reloj estaba ahí marcando la hora, amenazando, ¡Si! el reloj era una amenaza constante, no debían rebasar la hora, como cuando eran niños y sus padres les decía: -¡A las diez en casa! -¡Si, el reloj era una amenaza! Una amenaza que no supieron vencer.
Pero llegó el momento en el que dejó de amenazar, se paró para siempre, y él entonces, deseó que nunca se hubiera parado, se había acostumbrado a esa horrible amenaza y ahora le dolía el alma porque ya no estaba allí, se paró el reloj y el latir de aquel corazón que hacía latir al suyo propio. Entonces pensó, ¿Por qué le haría yo caso a aquel reloj? ¡Quedaron tantas cosas por vivir! ...
Fin
M. carmen
25-7-2008
¿Qué edad tenia? ¿Treinta años? ¿Cuarenta? ¿Cincuenta? O ¿Tal vez sesenta? ¡Que más daba! Solo sabía que se había enamorado y había enamorado, otras veces también lo había estado, otras veces también había enamorado, pero ahora… ahora era diferente. Sentía el amor como nunca antes lo había sentido, era único, era especial. Sentía aquello que siempre deseó sentir, amar y que le amaran de la misma manera, con las mismas fuerzas, en cuerpo y alma, con amor maduro pero fresco, amor desinteresado, en el que daba y recibía aún mas de lo que daba, del que aprendía y al que enseñaba, ese amor por el darías todo sin que te pidan nada.
Se sentían como dos adolescentes, cuando se encontraban, hablaban y hablaban, y se miraban y se querían y soñaban. Las horas pasaban demasiado deprisa, hubieran querido parar el reloj y seguir soñando, viviendo y amando por el resto del tiempo que les quedara de vida, pero no era posible, el reloj estaba ahí marcando la hora, amenazando, ¡Si! el reloj era una amenaza constante, no debían rebasar la hora, como cuando eran niños y sus padres les decía: -¡A las diez en casa! -¡Si, el reloj era una amenaza! Una amenaza que no supieron vencer.
Pero llegó el momento en el que dejó de amenazar, se paró para siempre, y él entonces, deseó que nunca se hubiera parado, se había acostumbrado a esa horrible amenaza y ahora le dolía el alma porque ya no estaba allí, se paró el reloj y el latir de aquel corazón que hacía latir al suyo propio. Entonces pensó, ¿Por qué le haría yo caso a aquel reloj? ¡Quedaron tantas cosas por vivir! ...
Fin
M. carmen
25-7-2008
LA VIEJA MAQUINA DE ESCRIBIR
Después de tantos años cerrada aquella puerta, decidí abrirla; entré en la habitación frígida y oscura, abrí la ventana y vi las telarañas que se extendían por los rincones de la estancia, recorrí con la mirada, cada pared, cada objeto y vi que allí en el mismo estante del escritorio permanecía la vieja maquina de escribir enfundada en el plástico gris.
La puse arriba en el escritorio y mis huellas quedaron impresas sobre la funda llena de polvo. Saqué la maquina y acaricié las teclas una a una, introduje un folio blanco y cerré los ojos; mis dedos empezaron a teclear como si nunca se hubieran apartado de aquellas viejas teclas, y escribieron (mientras yo soñaba) este relato.
La sensación que me dio fue la misma que escuchar la música de Mozart y por un momento fui feliz.
M. Carmen
28-7-2008
La puse arriba en el escritorio y mis huellas quedaron impresas sobre la funda llena de polvo. Saqué la maquina y acaricié las teclas una a una, introduje un folio blanco y cerré los ojos; mis dedos empezaron a teclear como si nunca se hubieran apartado de aquellas viejas teclas, y escribieron (mientras yo soñaba) este relato.
La sensación que me dio fue la misma que escuchar la música de Mozart y por un momento fui feliz.
M. Carmen
28-7-2008
viernes, 25 de julio de 2008
SOÑÉ QUE EL CIELO ARDÍA
He soñado que el cielo ardía.
Que había nubes que despedían llamas.
¡Fuego! ¡Hay fuego en el cielo! –gritaba-
Y nadie me oía…
Todos esperando que el desfile pasara.
Las piernas colgando tras los barrotes
De los innumerables balcones, balanceaban
Y como si fuera de lo más normal que el cielo ardiera,
Nadie escuchó los gritos que a mí me ahogaban.
M. Carmen
21-7-2008
Que había nubes que despedían llamas.
¡Fuego! ¡Hay fuego en el cielo! –gritaba-
Y nadie me oía…
Todos esperando que el desfile pasara.
Las piernas colgando tras los barrotes
De los innumerables balcones, balanceaban
Y como si fuera de lo más normal que el cielo ardiera,
Nadie escuchó los gritos que a mí me ahogaban.
M. Carmen
21-7-2008
domingo, 20 de julio de 2008
SI PUDIERA LLORAR, LLORARÍA
Si pudiera llorar, lloraría,
Porque siento que me ahogo
Y esta aparente calma mía
Solo es una fachada
¡Una mascara fría!.
Mi cabeza es un laberinto
Y no encuentro la salida.
Si pudiera llorar, lloraría,
Porque una vez más,
Hoy, me siento perdida.
M. Carmen
26-6-2008
Porque siento que me ahogo
Y esta aparente calma mía
Solo es una fachada
¡Una mascara fría!.
Mi cabeza es un laberinto
Y no encuentro la salida.
Si pudiera llorar, lloraría,
Porque una vez más,
Hoy, me siento perdida.
M. Carmen
26-6-2008
¿CÓMO...?
¿Cómo puede detenerse a un huracán?
¿Cómo hacer llover en un día soleado?
¿Cómo cambiar los sentimientos?
¿Cómo dejar de amar a un ser amado?
¿Cómo llorar cuando estás contenta?
¿Cómo reír cuando la pena te acongoja?
¿Cómo detener a un corazón que galopa,
Cuando ve aparecer a su amor?
¿Cómo apagar la llama que arde en ese corazón?
¿Cómo prender fuego en la leña mojada?
¿Cómo ……………………………………
……………………………………………?
M. Carmen
10-8-2008
¿Cómo hacer llover en un día soleado?
¿Cómo cambiar los sentimientos?
¿Cómo dejar de amar a un ser amado?
¿Cómo llorar cuando estás contenta?
¿Cómo reír cuando la pena te acongoja?
¿Cómo detener a un corazón que galopa,
Cuando ve aparecer a su amor?
¿Cómo apagar la llama que arde en ese corazón?
¿Cómo prender fuego en la leña mojada?
¿Cómo ……………………………………
……………………………………………?
M. Carmen
10-8-2008
viernes, 11 de julio de 2008
QUIERO QUE CADA DÍA SEA UNA FIESTA
QUIERO QUE CADA DIA SEA UNA FIESTA
Quiero que cada día sea una fiesta,
Solo porque nos amamos.
Quiero ver la sonrisa en tus labios,
Quiero verte feliz.
Quiero que cada día sea una fiesta
Porque estamos juntos,
Porque vivimos,
Porque sólo por poder mirarnos...
Porque sólo por poder besarnos...
Hay motivo suficiente para que…
Cada día sea una fiesta.
M. Carmen
24-7-2007
Quiero que cada día sea una fiesta,
Solo porque nos amamos.
Quiero ver la sonrisa en tus labios,
Quiero verte feliz.
Quiero que cada día sea una fiesta
Porque estamos juntos,
Porque vivimos,
Porque sólo por poder mirarnos...
Porque sólo por poder besarnos...
Hay motivo suficiente para que…
Cada día sea una fiesta.
M. Carmen
24-7-2007
CUANDO CIERRE MIS OJOS
PARA MIS HIJAS, AFRICA Y MARI CARMEN
Cuando cierre mis ojos
Para no volverlos a abrir…
Cuando miréis a las montañas,
Pensad, que yo también las vi.
Si reparáis en un pajarillo
Picotear miguitas de pan,
Dar saltitos alegres y
Después echarse a volar,
Pensad amores….
¡Este cuadro lo vio mamá!
Cuando el frío del invierno
Acaricie vuestra faz,
Y cuando veáis la escarcha
En los campos brillar…
Pensad amores…
¡Esto… esto mismo sintió mamá!
Cuando veáis un atardecer,
Cuando sintáis al día despertar,
Cuando miréis al cielo azul
Y la luna en la oscuridad
Y si en una noche veraniega
Queréis a las estrellas contemplar
Y pedirle un deseo
A una estrella fugaz...
Pensad amores….
¡Todo esto, lo sintió mamá!
Si sentís en vuestro vientre
Una nueva vida crecer,
Y en vuestro pecho…
A un bebé amamantar….
Y el primer balbuceo,
Los primeros pasitos al andar,
La sonrisa o el llanto
Y hasta la primer enfermedad…
Pensad amores….
¡Todo, todo esto….
Lo sintió mamá.
M. Carmen
Abril-2003
Cuando cierre mis ojos
Para no volverlos a abrir…
Cuando miréis a las montañas,
Pensad, que yo también las vi.
Si reparáis en un pajarillo
Picotear miguitas de pan,
Dar saltitos alegres y
Después echarse a volar,
Pensad amores….
¡Este cuadro lo vio mamá!
Cuando el frío del invierno
Acaricie vuestra faz,
Y cuando veáis la escarcha
En los campos brillar…
Pensad amores…
¡Esto… esto mismo sintió mamá!
Cuando veáis un atardecer,
Cuando sintáis al día despertar,
Cuando miréis al cielo azul
Y la luna en la oscuridad
Y si en una noche veraniega
Queréis a las estrellas contemplar
Y pedirle un deseo
A una estrella fugaz...
Pensad amores….
¡Todo esto, lo sintió mamá!
Si sentís en vuestro vientre
Una nueva vida crecer,
Y en vuestro pecho…
A un bebé amamantar….
Y el primer balbuceo,
Los primeros pasitos al andar,
La sonrisa o el llanto
Y hasta la primer enfermedad…
Pensad amores….
¡Todo, todo esto….
Lo sintió mamá.
M. Carmen
Abril-2003
ES Y NO ES
ES Y NO ES
Estoy aquí, en una casa, que no es mi casa,
En un silencio, que no es silencio.
Los martillazos de una obra interrumpen esa paz.
Contemplo un paisaje en el cual
Las montañas están cubiertas por una neblina,
Y el cielo está blanco ¿nevara?
Miro tras los cristales la fina lluvia
Que riega el suelo.
Los geranios aún frondosos,
Los abetos y algún rosal…
Se empapan con esta lluvia
¡Fina…pero tenaz!
M. Carmen
12-11-1999
Estoy aquí, en una casa, que no es mi casa,
En un silencio, que no es silencio.
Los martillazos de una obra interrumpen esa paz.
Contemplo un paisaje en el cual
Las montañas están cubiertas por una neblina,
Y el cielo está blanco ¿nevara?
Miro tras los cristales la fina lluvia
Que riega el suelo.
Los geranios aún frondosos,
Los abetos y algún rosal…
Se empapan con esta lluvia
¡Fina…pero tenaz!
M. Carmen
12-11-1999
AL AMANECER
AL AMANECER
Al amanecer, con la luz del alba,
Se ha posado un jilguerillo
En el alfeizar de mi ventana,
Con sus trinos me ha dejado tu nombre
Y esta poesía sobre la almohada.
He despertado y… bajito…
Muy bajito, te he nombrado,
Y he sentido tus caricias,
Y tus brazos que me abrazan
Y el baile de nuestros cuerpos
Al ritmo de su garganta.
¡Ha volado el jilguerillo!
¡Todo ha quedado en la calma!
Y nuestros cuerpos reposando,
Placenteros sobre la cama,
En un abrazo infinito...,
Disfrutando la alborada.
M. Carmen
14-5-2007
Al amanecer, con la luz del alba,
Se ha posado un jilguerillo
En el alfeizar de mi ventana,
Con sus trinos me ha dejado tu nombre
Y esta poesía sobre la almohada.
He despertado y… bajito…
Muy bajito, te he nombrado,
Y he sentido tus caricias,
Y tus brazos que me abrazan
Y el baile de nuestros cuerpos
Al ritmo de su garganta.
¡Ha volado el jilguerillo!
¡Todo ha quedado en la calma!
Y nuestros cuerpos reposando,
Placenteros sobre la cama,
En un abrazo infinito...,
Disfrutando la alborada.
M. Carmen
14-5-2007
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