martes, 7 de mayo de 2013

UNA CARCAJADA



 Mientras miraba a mi hijo de un año, mi alma lloraba y mi corazón se rompía en mil pedazos, estoy en el paro…¿Qué será de él? ¿Qué le podía ofrecer? Él, ajeno a mis cavilaciones me mira, balbucea, tengo el periódico en la mano y se lo acerco, sonríe, lo agarra fuerte con sus manitas, intento arrancárselo con cuidado pero se rasga una hoja, el sonido hace que mi hijo se sorprenda y le arranca una carcajada, le miro con la dulzura que solo una madre puede mirar a su hijo, él espera otro sonido, rasgo otra hoja de papel y él carcajea más fuerte, ¡esa risa infantil que contagia! poco a poco fuimos desgarrando todas las páginas hasta hacerlas añicos y me olvidé del problema por un rato en el que compartí con mi hijo algo tan maravilloso como una carcajada.

Mª Carmen Díaz Maestre.
7/5/2013

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