RELATO DE TRES MINUTOS
LAS CUCARACHAS
Josemi cogió el bocadillo que su mujer le había dejado preparado la noche anterior. Como siempre, lo guardó en su cartera sin mirarlo.
Caminó despacio y soñoliento. Aquel día no era un día como los demás, se sentía extraño dentro de su propio cuerpo, casi sin darse cuenta llegó al trabajo, fichó, entró en su despacho e instantáneamente cogió el teléfono y marcó un número; al otro lado del hilo una voz le responde –¡Cucaracha…!- La voz se pierde, él mira atónito el auricular, suspira, mira la agenda y marca un nuevo número de teléfono, una voz ronca responde: -racha está en la... – La voz se esfuma. Josemi, no sabe si reír o llorar. Vuelve a marcar el siguiente número de su agenda. La voz del otro lado le responde: - Cama… -Y se pierde la voz como en los casos anteriores. Vuelve a marcar al siguiente, ya no sabe lo que espera, marca entre temeroso y divertido, pero una voz chillona de mujer responde: -Ma, sí, cucaracha. -El hombre camina nervioso de un lugar a otro, no sabe que hacer, esas voces rezumban en sus oídos una y otra vez. Piensa que se trata de una broma; enciende su ordenador y en la pantalla salen unos signos extraños, es como un jeroglífico.
Se levanta y vuelve a caminar de un lado para otro, la broma le resulta ya demasiado pesada. Vuelve al ordenador, abre una página, y escribe: -¿Que demonios pasa aquí?- Cierra el ordenador con rabia, está desquiciado, mira la hora en su reloj de muñeca, y ve que es la hora de almorzar, saca el bocadillo de la cartera, lo pone encima de la mesa y cuando lo va a coger para comérselo ve a una cucaracha que se pasea tranquilamente ante sus ojos; de momento se sorprende y se echa a reír, quiere atraparla con la mano, pero la cucaracha es ágil y se escurre de entre sus dedos una y otra vez, él cada vez ríe mas fuerte, como un poseso, pero poco a poco va perdiendo el control, ya no ríe, ahora está enfadado, sigue persiguiendo a la cucaracha y siente que se está burlando de él, y cada vez más enfadado va dando golpes a diestro y siniestro para atraparla, el bichito se mete en uno de los cajones de su mesa, Josemi ahora está fuera de sí, abre el cajón y empieza a sacar papeles desparramándolos por el suelo del despacho; ve a la cucaracha que se mete entre una libreta, él se detiene, espera mientras piensa con los ojos fuera de sus órbitas, respira. –Espera y verás, ahora si que te tengo atrapada, repugnante cucaracha… ¡Zas! Josemi ha dado un golpe tan fuerte que rompe el cajón de la mesa, pero la cucaracha sale viva y a toda prisa se mete en un rincón de las estanterías. El hombre está agotado, se sienta apoyando tanto la espalda en el respaldo de la silla que esta cruje, él no hace caso, mira a su alrededor y ve el desorden que ha provocado por una simple cucaracha. Coge el bocadillo y cuando va a dar un mordisco se arrepiente; lo abre y… ¡Horror! en el bocadillo tan rico de jamón que su mujercita le había preparado, allí estaban pernoctando dos preciosas cucarachas, que al verse descubiertas mueven con rapidez sus patitas, Josemi cierra de golpe el bocadillo vuelve a abrir el ordenador ahora parece que se le van aclarando las ideas, quiere volver a ver los signos que aparecieron en la pantalla para intentar descifrarlos, pero ya no salen esos signos y se acerca al teléfono lo descuelga y marca el número de su casa, al otro lado del auricular se oye una risita y un suspiro, ¡Aaaaaaaaaaah!.
Josemi sale corriendo y resbala en los papeles que hay por el suelo, sin llegar a caer, sigue corriendo hasta alcanzar la salida del edificio, en la calle tropieza con la gente que le miran como a un loco, va descamisado, despeinado, los ojos se le salen de las cuencas, llega a su casa, en el umbral aparecen dos cucarachas que él en su delirio interpreta que le miran fijamente y se ríen, no intenta matarlas, entra en la casa, llama, nadie responde, va hasta la habitación y allí… igual que las cucarachas en el bocadillo, está su mujer con un hombre en su cama. Se apoya en la pared y solo acierta a decir rompiendo a llorar: ¡Las cucarachas!
Mª Carmen Díaz Maestre.
25/10/2011.