Nosotros fuimos abriéndonos caminos,
Caminos llenos de espesuras y fango,
Pero así fuimos caminando
Y llegamos a este paraíso,
Pero al fin, paraíso falso.
Pero caminábamos con la ilusión
De poder encontrarlo,
Y llegaron nuestros hijos
Que crecieron y caminaron
Por caminos abiertos
Limpios de espesuras y barro.
¿Pero que le hemos dado a nuestros hijos,
Si ahora no están preparados
Para luchar contra el viento,
Ni para esquivar los bandazos
Que en la vida les espera…?
¡Una vida de desencantos!
Mª Carmen Díaz
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