Recuerdo con tanto
amor
aquellas noches
veraniegas...
llenas de
algarabías, de juegos,
de canciones y de
estrellas.
Las historias que
fluían
de unas gargantas
tiernas.
Todos sentados al
rededor
de una voz...que...
de vez en cuando se quiebra;
todos sentados,
agudizando el oído,
todos, con la
respiración quieta.
Las carreras de los
chiquillos
desde el pozo hasta
la peña,
desde la peña hasta
la ventana,
de la ventana a la
calleja.
Jugando al
escondite,
al corro, a las
comedias...
la peña de tía
Jacinta,
¡gigante! aunque era pequeña,
[Que los ojos de
los niños ven
pero sus mentes... extorsionan
y crean].
Recuerdo con tanto
amor
aquellas noches
veraniegas...
¡Qué lejos queda todo
aquello!
Pero esta noche...¡lo
siento tan cerca!
Mª Carmen Díaz
Maestre.
15/2/2017