sábado, 20 de abril de 2013

CARTA A TANGO




           Mi querido Tango:
Hoy hace una semana que no estás entre nosotros y te echo tanto de menos… deseo abrazarte y no estás, y nada ni nadie ha podido sustituirte, a nadie le puedo dar ese abrazo que a ti te daba, y siento en mi pecho ese vacío que  solo  dejan los seres a quienes queremos de verdad. ¡Te echo tanto de menos… que ni yo misma me podía imaginar que esto me pasara! Ya nadie me espera por las mañanas como tú lo hacías, en mitad del pasillo con carita alegre esperando a que yo saliera de mi habitación para recibirme con alegría, ¡cómo corrías  hasta la cocina y volvías a mí a ver si yo te seguía! Cuando veías que cogía el vaso azul para ir a llenarlo de pienso para ti, corrías escaleras arriba contento porque sabías que ya te daría tu comida; recuerdo cuando tú estabas deseoso de empezar y yo te decía, no, Tango no, a la de tres, ¡venga, a la una, a las dos yyyy a las tresssss! Y te lanzabas al comedero. Mientras yo contaba, tú estabas nervioso, a  veces querías empezar a comer antes y como te sujetaba, ladrabas, y yo me reía, me reía mucho y te abrazaba.
       Desde el sábado pasado, mi corazón está triste, y mi mente no ha dejado de pensar en ti, no sabes precioso, lo que daría por poder volver a abrazarte, tu mirada y toda tu imagen permanecen en mis retinas, te veo corretear, olisquear, te veo lo pillín que eras cuando te comías algo de la calle (que tú sabías que nosotros no queríamos que comieras nada de la calle) y tú me mirabas y después echabas a correr. ¡Son tantos recuerdos los que nos has dejado! Pero mis brazos están sin ti.
     ¡Te quiero Tango!

                               Mª Carmen Díaz Maestre.     
                                          20/4/2013

No hay comentarios: