Sabes que te estás engañando,
más ese engaño no te hace daño,
y tú lo sabes muy bien.
Te engañas porque necesitas
engañarte,
para entregar ese amor,que llevas
en la sangre que bombea tu corazón.
en la sangre que bombea tu corazón.
Entre hilos y telares
vas tejiendo una historia
que llevas en tu memoria
Mª Carmen Díaz Maestre.
29/8/2012
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