¡Que desagradable despertar! Suena el despertador, no el de Pipi,Pipi. ¡No! A mí no me gusta despertar con semejante sonsonete, prefiero la radio, La Cadena Ser, pero a las ocho de la mañana y en estos tiempos de crisis no dan buenas noticias. Me despierto con una realidad tal que me impide hacerme la remolona y salto de la cama con... No se si cabreo o conformidad; ¡Es tal la impotencia que siento...! Esta mañana la primer noticia que escucho : El dinero que el Estado inyectó a la Banca La Caixa de Galicia, para que hiciera frente a la crisis y así poder solucionar ciertos problemas, ha gastado la friolera cantidad de veinticuatro millones de euros para pre-jubilar a cuatro directivos; y yo me pregunto: ¿Cómo pueden tener tanta desfachatez? ¿No puede hacer nada el Estado de la Nación para impedir semejante barbaridad y puede consentir que echen de sus casas a cientos de familias que se han quedado sin trabajo y no pueden hacer frente al pago de su hipoteca? ¿Y puede permitir que además que se quedan sin sus casas tengan que seguir pagando por ellas? ¿En que mundo vivimos? y lo que es peor, no se lo que podemos hacer los que atónitos escuchamos esas noticias al despertar, al comer, al cenar y al dormir y vuelta otra vez a despertar con otra noticia escalofriante. A veces una chispita de humor del locutor de turno hace que esboce una tímida sonrisa que se pierde apenas asomar a mis labios. Me pregunto ¿Que parte de culpa tenemos la gente de a pié? Quizás no hacemos todo lo que podríamos, pero... ¿Que es lo que podemos hacer si lo que hay es una gran impotencia colectiva ante tales atracos? ¿Que podemos hacer si ellos son los poderosos, los que tienen el dinero y las armas? Los demás solo los brazos y el rostro al descubierto. ¡¡¡Que gran impotencia!!!
4/10/2011
Mª Carmen Díaz Maestre