sábado, 20 de agosto de 2011

PENSANDO EN TIEMPOS REMOTOS

ENTRE RASTROJOS Y ESPINOS

Entre rastrojos y espinos
Caminaba garbosa la niña
Con una cestita de pan
Fabricado de blanca harina.
Y un trocito de queso
De leche de las “cabrinas”.
¡Que rico estaba aquél pan!
¡Que manjar tan exquisito!,
Pan y queso, agua y vino,

Era rica merienda
De cualquier vecino.
Caminaba garbosa la niña,
Entre rastrojos y espinos,
Con sombrerito de paja
Con falda y corpiño
Delantalito de rayas
Y jubón blanco de lino.
Cantaba con la alegría
De la calandria y el jilguerillo
Caminaba garbosa la niña
Entre rastrojos y espinos,
Llevaba la merienda a su amado

Porque movía el vientecillo
Para limpiar las mieses, y
Separar la paja del trigo,
No podía parar el hombre
Por si el viento amainaba,
Y porque no perdiera el tiempo
La niña,

La merienda le llevaba.
Pan y queso, agua y vino,
Era la rica merienda
De cualquier vecino.

Mª Carmen Díaz Maestre




CONVERSACIONES CONMIGO MISMA


La felicidad invade mi corazón. A veces una llamada de teléfono hace cambiar los sentimientos del momento. Ahora estoy feliz. La felicidad es un estado de ánimo, por momentos se puede alterar; por eso cuando se siente hay que disfrutarla a tope, llenar el corazón de ella, cómo llenamos nuestros pulmones de aire fresco y puro y respirar. Respirar… cerrar los ojos y dejarse llevar por las sensaciones.
Mª Carmen Díaz Maestre.





Cerraría los ojos y recorrería el mundo, Ahora siento dentro de mí esa paz y esa calma que no siempre se tiene para soñar, ver el pasado, el presente y hasta el futuro.Pero la realidad se encarga de no regalarme estos momentos puesto que estoy en mi lugar de trabajo; pero hoy reina tal silencio en esta casa, que invita a soñar. Hace calor, pero aquí es soportable, pero… ¡no puedo! No puedo quedarme, me pondré manos a la obra y a ver sin con suerte este efecto de calma no se me ha perdido cuando llegue a mi casa.Hoy es de esos días que escribiría todo.

Mª Carmen Díaz Maestre



No menosprecies a las personas por la simple apariencia, no somos lo que vemos.Aprecia a la gente por lo que te hace sentir, sea su aspecto el que sea.No menosprecies a la gente porque a primera vista te pareció repelente, seguramente hay mucho bueno en su interior, solo tienes que aceptarla y esperar para descubrirlo.Procura quedarte con las cosas buenas de las personas y deja pasar lo que no te gustó de ellas.Conociendo a las personas, sabemos lo que debemos callar.

No digas nunca, lo que no quieres que los demás sepan de ti.


Mª Carmen Díaz Maestre.